martes, 20 de diciembre de 2011

Trekking

Llegamos a Kalaw, un pueblo de montaña y antigua residencia de verano de británicos. Desde aquí empezaba un trekking que duraría tres días para acabar en el lago INLE. Íbamos 8 en el grupo; un matrimonio francés con su hija pequeña, dos australianos, un israelí y nosotras. Nuestro diverso grupo iba acompañado de un guía sikh llamado Rambo ( o al menos ese era su apodo).

Nuestro paso era un poco lento debido a la niña pequeña y a que uno de los chicos tenía graves problemas estomacales...En nuestro camino se encontraban numerosas aldeas que albergaban a birmanos de diferentes etnias. Los niños se paraban a saludarnos, nos rodeaban y todo sin pedirnos nada a cambio. Realmente era una experiencia increíble. Después de hacerles fotos, yo se las enseñaba, y estaban asombradisimos de ver sus caras en las pantallas, y es que estos poblados era muy pobres. La gente de esas tierras se gana la vida gracias a la agricultura; y ésta está muy anticuada. Por ejemplo, solo usan bueyes y búfalos para la labranza.



La primera noche dormimos en una casa con una familia. La casa tenía dos plantas; la planta suelo para los animales y la segunda, con una sola pieza, para la familia. Así dormimos toda la familia y nuestro grupo de 8 personas. Justo ese día había un eclipse de luna. Fue impresionante verlo en una noche tan clara gracias a la falta de contaminación luminosa. Los aldeanos se pusieron a tocar un tambor ( o similar) para atraer la suerte.... y así mismo hice yo!. 



El siguiente día dormíamos en un monasterio. Para llegar hasta allí, caminamos unas 7 horas pasando por campos de chili, sésamo o te verde. Una de los momentos más bonitos fue la puesta de sol en la que todos los agricultores volvían a su casa y por tanto coincidimos en el camino con una masa de hombres , mujeres, niños y animales que terminaban su jornada. Como os podéis imaginar la vida de esta gente es muy dura, trabajan los 7 días de las semanas con apenas medios. 





El monasterio donde dormíamos era bastante bonito. En el, se encontraban 10 novicios, y algún monje adulto. Por la mañana los monjes nos despertaron con sus rezos a las 5.30 de la mañana. Así , los monjes empiezan su rutina diaria. Luego los monjes van pidiendo comida en las aldeas. Posteriormente desayunan y luego tienen una ultima comida antes de las 12. después de esa hora, los monjes no pueden comer hasta la mañana siguiente con el fin de centrarse en el estudio, meditación y rezos. 




Finalmente, el tercer día llegamos al lago INLE. No es solo un lugar precioso, sino que además sobre las aguas habitan centenares de personas que han construido allí sus casas. Además los mismos habitantes cultivan sobre el agua desde hace décadas. 






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